No se sorprenda. Ha hecho lo mismo que en 2012, nada más formar Gobierno tras ganar las elecciones generales de 2011. ¿Qué esperaba? Que bajara los impuestos. Eso son promesas electorales que nunca se cumplen. Que nunca cumple el Partido Popular con su jefe, Rajoy, al mando. Se ha repetido la historia. Se ha repetido el atraco a los ciudadanos. Hay que recaudar 7.500 millones de euros más. ¿A cuenta de quién? A cuenta de los mismos. De los de siempre. De usted. Del ciudadano corriente. Y si tiene una pequeña empresa, entonces, más. Está claro. Siempre estuvo claro. Pagamos los mismos.

El Gobierno ha fijado en 118.337 millones de euros el límite de gasto no financiero del Estado para 2017, conocido como techo de gasto, exactamente la misma cifra que lo finalmente ejecutado este año. Bueno, dicen las cifras que este año, 2016, ha sido el año que más se ha recaudado. ¿Entonces? Entonces da lo mismo. Quieren recaudar más. Y más. Son insaciables. ¿Y dónde ha ido todo ese dinero recaudado? ¡Ah! A eso que responda Montoro.

Se ha repetido el atraco a los ciudadanos. Hay que recaudar 7.500 millones de euros más. ¿A cuenta de quién? A cuenta de los mismos. De los de siempre. De usted

Y Montoro, todavía ministro de Hacienda, ha explicado que este aumento de los ingresos tributarios es necesario para cumplir con el déficit del 3,1% para el año que viene, dado que hay ahorros que se han producido en 2016, como los menores intereses de la deuda, que “no va ser fácil que se reproduzcan en 2017”. ¡Toma del frasco, Montoro!

Especificó que el aumento del Impuesto sobre Sociedades y de los impuestos especiales sobre el alcohol y el tabaco se han aprobado mediante un real decreto, que el Gobierno espera que se ratifique el próximo 15 de diciembre y que por tanto entre en vigor a mediados de la próxima semana. Sin pausas. No vaya a ser que usted se gaste la pasta estas Navidades. Si quiere fumar un buen puro para celebrar el fin de año pague más. Un café con azúcar, más caro. Sí, aunque lo tome en casa. ¡Impuesto al azúcar! No se lo cree. Pues créaselo. Hasta el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha considerado que la creación de un impuesto sobre el consumo de azúcar sería “un disparate” desde el punto de vista recaudatorio y también “contradictorio” con el apoyo público que se da a las industrias. Es un recado, pero como si nada. Mariano lo sustituirá en la Junta para que no discrepe.

Siempre se ha dicho que los inventos más dañinos para los hombres han sido las fronteras y el dinero. Muros. Lo de las fronteras ya lo conocemos por la historia. Lo del dinero también, pero se nos olvida. Unos disfrutan de casi todo y el resto paga. Unos tienen tarjetas y van a todos los lugares del mundo, los otros la única tarjeta que tienen es el cané de identidad y con ella no pueden salir de su pueblo o ciudad porque, si no, se le agotan sus pequeñas reservas y no pueden pagar a Hacienda. Es la tarjeta que le va a pedir la autoridad para embargarles. El dinero es una droga, un veneno, que además te enfrenta a la familia, amigos y te deja sin moral. Así que... a pagar.

El dinero es una droga, un veneno, que además te enfrenta a la familia, amigos y te deja sin moral. Así que... a pagar

Porque los que lo tienen quieren más. Y los que llegan al poder quieren enriquecerse. Veamos. Núñez Feijóo, presidente de Galicia se ha subido el sueldo un 7,5%. Dicen que va a sustituir a Rajoy. Debe ser que está entrenando. Granados, mano derecha de Esperanza Aguirre con quien se rozaba todos los días, abrió un cuenta en Suiza sólo 16 días después de ser proclamado alcalde de Valdemoro. Ya iba a lo que iba. Con dos ejemplos vale. Por no cansar.

Con el Impuesto de Sociedades se contempla recaudar 4.300 millones de euros más, 350 millones por alcohol y tabaco. Otros 200 millones por bebidas azucaradas. Dice Montoro que es para cuidar la salud, para evitar la obesidad. ¡Qué buen chico! Queda el IVA. ¡Ay de las empresas! Las pequeñas, que a las grandes ni las mira.

Como se ha recaudado más ha subido el déficit. Para controlarlo hay que subir los impuestos y reducirlo al 3,1%, un recorte de 16.000 millones de euros al año. Sin mencionar la deuda pública que la quieren bajar del 100%. O las pensiones, que se han fundido las reservas y la hucha está casi vacía. ¡Que difícil es de entender todo esto! Pero no queda otra. A pagar. Amigo lector, si no se lo creía ya tiene la recompensa. Vuelven a subir los impuestos. Otra vez.