Como es bien sabido, Carles Puigdemont dispone de una cuenta en Twitter, @krls. Antes de su nombramiento como nuevo presidente de la Generalitat gestionaba, supuestamente, su cuenta de forma personal. Desde hace unas semanas esa función se hace de forma oficial, con dinero público. El propio boletín de la Generalitat, DOGC, publicó el nombramiento de un responsable, el señor Alex Clarió para gestionar, entre otras, esas cuentas. Él mismo reconoce ser el Community Manager de la cuenta del presidente.

Twitter se ha convertido en los últimos años en un canal de información. Como puede ser la televisión, la radio o la prensa. En el caso de la cuenta indicada @krls es usada para informar de las actividades del presidente a cualquier ciudadano. En el momento en que estas redes están gestionadas con dinero público, como es el caso, deben ser accesibles como mínimo, por lógica democrática, a cualquier catalán.

Un tipo de censura inaudito en cualquier régimen democrático

Desde hace unas semanas se ha producido un bloqueo masivo, incluyendo a este autor, desde esa cuenta pública. Esto no solo impide que cualquier ciudadano pueda ver las actividades del presidente, sino que cualquier comentario sobre sus actividades sea silenciado por las redes sociales. Un tipo de censura inaudito en cualquier régimen democrático. Imaginen un país donde por opinar diferente fuera vetado el acceso a la televisión, a las líneas telefónicas, o peor, coartaran su libertad de expresión.

Quienes conocemos Twitter hace años, además, vemos con sorpresa que la forma de bloqueo está siguiendo una estructura de listas. Gente relacionada con críticos con la gestión de la cuenta @krls son bloqueados aunque en su vida hayan tenido un simple intercambio de tuits con el presidente. Curiosamente, sucede lo mismo con el CM @aleixclario. Hablamos de unos bloqueos masivos, donde se coarta no solo la libertad de expresión, sino el acceso a la información de una cuenta reconocida como oficial y pagada con dinero público.

El simple hecho de disponer en la cuenta @krls del nombre de usuario de los bloqueados es un síntoma poco democrático, selectivo de opositores, e impropio de una democracia. Además, tratándose de dinero oficial, un uso ilegal del tratamiento de protección de datos de las personas, denunciable a la propia APD. Aquí no hablamos de un particular que bloquee un usuario, sino de una institución, la Generalitat bajo la cuenta @krls, que bloquea de forma masiva a los opositores.

Es altamente preocupante que en el S.XXI haya listas de no adeptos a un régimen por sus ideas políticas

Hace tiempo que algunos somos conocedores de la existencia de listas en Cataluña, al puro estilo años 30. En ellas figuramos personas con ideas diferentes al régimen. Pero, la práctica exterminación con el bloqueo de los no partidarios de la independencia es un salto cualitativo con dinero público que merece una respuesta inmediata de la oposición. Es altamente preocupante que se produzcan en el S.XXI listas de no adeptos a un régimen por sus ideas políticas. Peor aún que sean marcados con un bloqueo, negándose su acceso a la información pública.

No es un tema de seguir o no a @krls. Yo mismo no le seguía, no me merece mucho interés, y he sido bloqueado. Es una cuestión del uso ilegitimo de dinero público para segregar a aquellos con una opinión crítica diferente al modelo actual. Solo sociedades totalitarias bloquean el acceso a la información y a la libre opinión de sus propios ciudadanos. Nadie niega que un personaje público pueda tener la libertad de bloquear a otro. Pero desde que la cuenta @krls ha pasado a ser gestionada con fondos públicos debe ser responsable de facilitar información a todos y cada uno de los ciudadanos de Cataluña. Sean o no de su cuerda.

El veto al acceso a la información oficial de la Generalitat a algunos ciudadanos es además un delito
Debería ser necesario, por eso, solicitar desde la oposición en el Parlamento de Cataluña la presencia urgente del responsable, Alex Clarió. Tanto para informar de sus funciones, como para confirmar si disponen de listas de personas bloqueadas por sus ideas políticas. Un presidente debe gobernar para todos y facilitar el mismo acceso a la información a todos los ciudadanos bajo su Gobierno. También se debe solicitar al Gobierno de la Generalitat como una persona sin licenciatura, el mismo individuo, puede disponer de una categoría A --obligatoria la licenciatura-- en el régimen de funcionarios. Algo también inaudito, y una afrenta para cualquier funcionario de la Generalitat de nivel A.

La simple sospecha de la presencia de listas de tuiteros a bloquear debe ser investigada de forma inmediata

No podemos acabar sin elevar a público el clamor y la indignación en las redes por el bloqueo indiscriminado desde la cuenta presidencial @krls de ciudadanos por no pensar igual. Simplemente por no ser independentistas. La simple sospecha de la presencia de listas de tuiteros a bloquear debe ser investigada de forma inmediata. El veto al acceso a la información oficial de la Generalitat a algunos ciudadanos es además un delito. Equivale a establecer una categorización de los mismos es base a su ideología política, todo desde la primera institución pública del país. Algo, por cierto común, en la época franquista que tanto les gusta recordar.

Asistimos ante un abuso irreverente de la palabra democracia. A la prevaricación desde el máximo cargo público contra una parte de sus ciudadanos. Un ataque brutal contra todo aquel alejado del pensamiento único de la cuenta @krls. Por suerte, Europa apenas nos mira. Aunque alguna vez lo hace de reojo, miren Le Figaro o Spiegel, con vergüenza ajena. Ellos con más años de democracia saben que cuando un régimen comienza a preparar y usar listas contra los opositores es que algo está realmente muy mal. Algo huele a podrido. Y recordando Hamlet de Shakespeare, esto no es Dinamarca es Cataluña. Aquí no solo hay mucho miedo. Ahora, además, constatamos hay listas negras de tuiteros -de momento- para todo aquel no independentista. Yo sé que formo parte de ellas. ¿Y ustedes?