En el depresivo escenario en el que nos encontramos sumergidos como ciudadanos españoles, he pensado que podía ser una buena terapia narrar alguna historia de éxito.

Permitidme que dedique unas líneas a una historia de éxito de la que los españoles no somos conscientes y en ocasiones denigramos, me refiero a nuestro sistema ferroviario. En la España constitucional, nuestro ferrocarril se ha modernizado situándose a la cabeza de Europa, no solamente en la explotación de la mayor red de alta velocidad, sino que en sectores como el tranviario y el metropolitano somos líderes tecnológicos.

Como muestra un botón. Recuerdo en los años 80 las más de 24 horas de recorrido del Sevilla-Barcelona, en el llamado "catalán" para los que veníamos del mezzogiorno y "sevillano" para los que nos recibían. Hoy este trayecto se hace en 5 horas y media.

Nuestro sistema ferroviario es muy complejo y heterogéneo, tiene diferentes anchos de vía, diferentes sistemas de alimentación eléctrica, diferentes sistemas de comunicación, señalización y control, por cierto los más avanzados y seguros de Europa. Esta complejidad ha permitido desarrollar tecnologías capaces de responder a dichas necesidades y en disposición de liderar una oferta exportadora que nos ha facilitado especializarnos en la operación de sistemas muy complejos.

El 50% de los trenes de FGC y más del 60% de la flota del Metro de Barcelona han sido fabricados fuera de Cataluña

La línea de alta velocidad Medina-La Meca es un éxito de la tecnología del AVE. Bien es cierto que la "agresividad" comercial del dúo Juan Carlos I-Corinna (de impronunciable apellido) ayudó a derrotar una oferta francesa presentada con poca fortuna por un arrogante Sarkozy persuadido de que la tecnología francesa no es necesaria venderla, sencillamente el cliente debe comprarla.

Me reservo las dificultades de ejecución de este proyecto, solo he situado que fue la tecnología ganadora. Otro ejemplo de éxito, los metros inteligentes diseñados por los ingenieros catalanes del centro industrial de Santa Perpetua para la L9 del Metro de Barcelona han servido como referencia tecnológica para los metros de Lima, Riad, Santo Domingo, Panamá...

Existen dos importantes fabricantes españoles de material ferroviario, Talgo y CAF, ambos con fuerte proyección internacional. Talgo (Tren Articulado Ligero Goicoechea Oriol), que cuenta con una excelente tecnología mecánica, con un diseño que permite alta estabilidad de marcha. Por cierto, uno de sus fundadores fue el ingeniero Goicoechea, "famoso" por pasarse al bando franquista con todos los planos del "cinturón de hierro" que defendía Bilbao en marzo del 37. El PP nunca ha olvidado las generosas aportaciones de la empresa en sus campañas electorales.

La otra empresa, CAF, se ha beneficiado de una inteligente estrategia industrial llevada a cabo por el Gobierno vasco que le ha permitido estar entre los principales fabricantes mundiales. Por el contrario, su homólogo el Govern de la Generalitat fue incapaz de ayudar a mantener la actividad industrial de las centenarias empresas catalanas MTM y Macosa, vendidas a la francesa Alstom. ¡Ojo al dato! El 50% de los trenes de FGC y más del 60% de la flota del Metro de Barcelona han sido fabricados fuera de Cataluña. Toda una estrategia de "soberanismo" industrial.

Nos quedan retos por superar, la mejora del transporte de mercancías por ferrocarril que permita que nuestra cuota del 4% se aproxime a la media europea cercana al 20%, la optimización de la red de alta velocidad, la modernización de las cercanías de Barcelona, el mantenimiento de un servicio de calidad en la red convencional.

Pero creo que sería sano para nuestra autoestima, contar de vez en cuando historias que nos permitan dormir un poco mejor.