Comentaba el maestro de periodistas Iñaki Gabilondo que una "parte" de Cataluña había ya desconectado de España. Tenía razón pero, sin embargo, le faltaba concretar que esa desconexión también se ha producido entre la Barcelona innovadora y esa "parte" de Cataluña, la Cataluña profunda.

Existen importantes diferencias entre esas dos realidades, no solo en las pautas de comportamiento cultural --los jóvenes urbanos de Barcelona se comportan como los de cualquier área metropolitana de las grandes ciudades europeas--, lingüístico --la Cataluña interior es monolingüe y el área de influencia de Barcelona practica el bilingüismo--, orientación de voto... sino sobre todo en el modelo de desarrollo económico y de negocios.

Barcelona y su área de influencia concentra la mayor parte de la actividad innovadora y de los nuevos modelos de negocio que se desarrollan en Cataluña

Barcelona y su área de influencia concentra la mayor parte de la actividad innovadora y de los nuevos modelos de negocio que se desarrollan en Cataluña. El modelo de negocio tradicional desarrollado por las sagas de apellidos ilustres catalanes, relacionados en muchos casos con el clientelismo pujolista, ha sido sustituido por una nueva generación de jóvenes emprendedores vinculados a la innovación digital y al desarrollo de las TIC. Esta generación de nuevos empresarios utiliza el potencial del hub logístico de la Barcelona metropolitana y el clima de negocios derivado de la marca Barcelona para desarrollar nuevas actividades: comercialización por internet, internet de las cosas, turismo, agencia de viajes, desarrollo de las TIC, biomedicina, energía verde...

Barcelona figura, junto con Londres, París, Berlín y Ámsterdam, entre las ciudades europeas que lideran las start ups digitales. La nueva sede del Barcelona Tech City ubicada en el Palau de Mar acoge a centenares de empresas innovadoras e incubadoras del nuevo ecosistema digital y tecnológico barcelonés. A los que habría que añadir el 22@ y los centros de investigación del BIST (Barcelona Institute of Science and Technology). Barcelona es también capital de la biomedicina, con una gran capacidad para la captación de recursos europeos (Programa Horizonte 2020).

Los importantes recortes del Govern de la Generalitat y la total ausencia de políticas públicas han supuesto importantes caídas de la inversión en I+D+i

Sin embargo, en los últimos seis años, los importantes recortes del Govern de la Generalitat y la total ausencia de políticas públicas han supuesto importantes caídas de la inversión en I+D+i, escasez de personal investigador y ausencia de recursos para los equipamientos científicos. Si esta situación se prolongara, podríamos perder nuestra actual posición de liderazgo científico en esos ámbitos.

El actual Govern, embarcado en la suicida full de ruta independentista debería sustituir sus prioridades de gasto desde la agitación estéril del costoso procés y toda su parafernalia hacia la colaboración con el ecosistema de los nuevos negocios, no poniendo en peligro su seguridad jurídica, liderando la apuesta innovadora y canalizando el impulso privado. En Cataluña tenemos una sociedad civil muy innovadora y unas instituciones de gobierno ancladas en el pasado, muy burocratizadas, ineficientes y sobre todo muy obsesionadas por sus derivas ideológicas y políticas.

En Cataluña tenemos una sociedad civil muy innovadora y unas instituciones de gobierno ancladas en el pasado, muy burocratizadas, ineficientes y sobre todo muy obsesionadas por sus derivas ideológicas y políticas

Sugiero al Govern que apueste de forma decidida por instrumentos como la compra pública innovadora, por la cual las administraciones desarrollan estrategias de contratación pública que favorecen la innovación local. Una estrategia que no solo mejora la prestación de los servicios públicos, sino que es un apoyo a la producción científica y a la mejora de la calidad empresarial. Un paso adelante que aumentaría significativamente la cuota de inversión en I+D+i y el índice de innovación en nuestro país.

El futuro de Cataluña está en manos de la Barcelona innovadora y de gobiernos que se preocupen por sus ciudadanos y no por sus identidades. Que apuesten por la colaboración institucional y renuncien a la manipulación de la historia para alimentar la confrontación.