¿Existe realmente un planeta con forma de donut?
Un equipo de científicos sugiere la existencia de un nuevo objeto planetario de extraña apariencia: la synestia
20 abril, 2018 16:33El espacio es un enorme océano de secretos. Cada año, científicos de todo el mundo descubren a la humanidad nuevos datos sobre el universo que rodean nuestra existencia. Sistemas planetarios inexplorados, gases en los anillos de Saturno, erupciones solares, glaciares en Plutón... La lista resulta infinita. El último hallazgo ha llamado la atención de la opinión pública debido a su extraña naturaleza pero, sobre todo, por la curiosa apariencia que le caracteriza.
Synestia, el objeto espacial con forma de donut
Todo sucedió durante el transcurso de un estudio independiente organizado por la Universidad de California, Estados Unidos. El objetivo de este equipo de expertos era descubrir qué pasaría si un planeta rocoso, del tamaño de la Tierra, chocara contra otros objetos igual de grandes cuando estos se encuentran en plena trayectoria, girando y a una velocidad muy elevada.
Un planeta emergiendo de la synestia / SARAH STEWART
Tras analizar durante meses los resultados, el grupo de científicos observó como esta colisión era capaz de formar una estructura mucho más grande y con un aspecto que enseguida sorprendió a los presentes. Hablamos de una masa de roca caliente y vaporizada capaz de expandirse como un disco, adoptando así la forma de un donut. Este nuevo objeto planetario pronto tuvo un nombre propio: Synestia.
El origen de la Tierra
El trabajo, publicado por la revista 'Journal of Geophysical Researchs: Planets', defiende que la mayoría de planetas rocosos que forman parte del sistema solar, como la Tierra o Venus, tienen su origen en un impacto gigante similar a la synestia. Sin embargo, con el tiempo, estos cuerpos se enfrían y solidifican convirtiéndose en los planetas esféricos que todos conocemos.
Planeta del sistema solar / CREATIVE COMMONS
De hecho, esta creencia afecta también a otros astros como la Luna. Los investigadores creen que tras el impacto inicial, la synestia creó tanto nuestro planeta como a su satélite natural. A pesar de la importancia de este fenómeno, su consistencia apenas dura unos años, 100 según los expertos. Pasado ese tiempo y como ya ha ocurrido a lo largo del firmamento, el cuerpo comienza a condensarse hasta convertirse en un objeto sólido.