Una de las novelas de la saga de 'Cincuenta sombras de Grey' y libros de texto.

Una de las novelas de la saga de 'Cincuenta sombras de Grey' y libros de texto.

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Wert y la novela caliente salvan por segundo año a los editores

Los libros de texto promovidos por la polémica Lomce han elevado la facturación el 2’8%, la novela policíaca el 55% y la erótica en más del doble

3 julio, 2016 23:28

Con la crisis azotando desde el 2009 y el negocio retraído en un 30%, los editores españoles han vuelto a aceptar pulpo como animal de compañía. La cabeza la conforman los nuevos libros de enseñanza no universitaria exigidos por la polémica Lomce del ministro José Ignacio Wert, que comenzó a aplicarse en 2014. Y los principales tentáculos o saldo positivo los constituye la novela, especialmente la policíaca o de espionaje y la erótica.

El ex titular de educación se casó con su secretaria de Estado, Monserrat Gomendio, y se marcharon a la OCDE fijando su residencia en París. No tuvieron tiempo de tomar medidas para que arraigue la lectura entre los más jóvenes, como reclaman los editores. Sin embargo, les dejaron como regalo, seguramente sin pensar en ello, una norma que exige renovar los manuales escolares.

Diosa novela

A pesar de su controversia e incumplimiento rebelde en algunas comunidades, la nueva legislación ha proporcionado en 2015 unas ventas de 818,78 millones de euros, el 2,8 % más que el año anterior, que ya subieron otro 3% con este motor.

La novela en general es el otro capítulo que elude los números rojos en el informe todavía caliente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE). Sique siendo la diosa de la literatura. Ha registrado un aumento de ventas del 8,8%, lo que significa casi 400 millones de euros. Por capítulos destaca la policiaca con una subida del 54,8% y la erótica con nada menos que el 125%.

Un tomo de la colección de libros eróticos Sonrisa Vertical, popularizada en los años 80.Los libreros aseguran que siempre ha estado de moda este tipo de novela, pero con algunos altibajos tras el boom en los años 80 de la colección Sonrisa Vertical, destinada a ser leida con una sola mano, como bromeaba el cineasta y erotómano Luis García Berlanga.

Los libreros aseguran que siempre ha estado de moda este tipo de novela, pero con algunos altibajos tras el

Sombras y sombrajos

Algunos apuntan que las sombras de las Cincuenta sombras de Grey son alargadas, y que el éxito de la novelas eróticas de E.L. James ha creado un fenómeno editorial que ha llenado las librerías de textos románticos con grandes dosis de sexo y erotismo y sado light para señoras.

De ahí el éxito comercial de estas trilogías o sombrajos, según los puristas, que luchan por convertirse en best seller, entre algún ejemplar de literatura romántica pura, para los más clásicos.

Nubarrones y baja natalidad

Pero los editores consideran que no es para tirar cohetes, a pesar del tirón que ha propiciado unas ventas totales de 2.257 millones de euros.

Prefieren hablar de un año de “transición” con nubarrones permanentes como la caída de compras por parte de las bibliotecas, la lucha inútil contra la piratería o el descenso en caída libre de la literatura infantil y juvenil. El presidente del gremio, Daniel Fernández, cree que esto puede ser efecto de la cada vez más baja natalidad.

Un libro digital en una imagen de archivo.Ni digital ni de bolsillo

El mercado digital tampoco levanta la cabeza, salvo para el gigante de distribución Amazon, que ha triplicado sus ventas. En general, simplemente se ha estabilizado. Los expertos creen que no es cuestión de precio, 9,1 euros de media, ni de oferta escasa, ya que hay un catálogo de 170.726 títulos. Pero los e-books apenas suponen el 5% de los ingresos del sector.

También sigue moribundo el libro de formato bolsillo, más asequible, en el que se pusieron todas las esperanzas cuando asomó la crisis. Ni sus precios reducidos han logrado frenar un nuevo descenso del 9% en su facturación.

Paradójicamente, en tiempos de tuits y tabletas aumentan los lectores que quieren ediciones más cuidadas y mejor presentadas. Y de papel, que pueda ver, tocar y hasta oler. Aparte de los que siguen emperrados en no leer nada.