Pepe Álvarez (centro) recibe la ovación del Congreso de UGT de Terrassa y es aplaudido por Matías Carnero (a su izquierda).

Pepe Álvarez (centro) recibe la ovación del Congreso de UGT de Terrassa y es aplaudido por Matías Carnero (a su izquierda).

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¿Quién mandará en UGT de Cataluña?

Camil Ros asumirá el papel más institucional del sindicato y consensuará las líneas de actuación con el futuro presidente, Matías Carnero

6 abril, 2016 22:51

UGT de Cataluña iniciará esta semana un modelo de gobernanza inédita en un sindicato en España. La organización no tendrá un solo líder, como ha ocurrido en los últimos 26 años con Josep Maria (Pepe) Álvarez, sus responsabilidades se dividirán entre el presidente, Matías Carnero, y el secretario general, Camil Ros. Quedan pendiente definir los detalles del reparto, que oficialmente será bastante flexible y siempre con la búsqueda de consensos entre las dos figuras clave.

No se improvisará, indican fuentes internas de la organización, pero sí que se espera que los flecos se definan en los primeros meses del nuevo mandato. “Necesitan algo de rodaje”, manifestó uno de los dirigentes implicados en el diseño de la cúpula bicefálica.

Ros, la voz institucional

La representatividad institucional la asumirá de forma casi exclusiva Ros, añaden los mismos interlocutores. El primer ejemplo de ello será el acto de clausura del congreso que tendrá lugar el viernes en Terrassa (Barcelona). Sobre el papel, hablará exclusivamente el secretario general aunque la mayoría de los delegados dan por sentado que el presidente también tomará la palabra “por aclamación”.

Carnero hace tiempo que dejó claro que piensa mandar. Tiene voz y voto y lo ejercerá para marcar las directrices futuras del sindicato y controlar de forma directa alguna de las áreas sensibles del sindicato, como el repaso de los estados contables. Pero su trabajo a tiempo completo al frente del comité de empresa de Seat le impedirá involucrarse en la forma en que se aplican las nuevas políticas de la organización. Especialmente en un momento de mucha actividad en la automovilística.

Los trabajadores de la compañía luchan para conseguir más carga de trabajo en la factoría central, en Martorell (Barcelona), se ha empezado a negociar la renovación del convenio laboral de la empresa y queda pendiente conocer a cuánto asciende la factura del diéselgate en todo el Grupo Volkswagen. Ros tendrá el camino bastante allanado en el perfil ejecutivo.

Cúpula transversal

También se debe tener en cuenta que para poner fin a la etapa Álvarez, el tándem directivo se rodeará de una cúpula con pesos pesados tanto de las federaciones como de los territorios con el que previsiblemente se ahorrará la eclosión de un sector crítico en la organización.

El futuro presidente y secretario general se toman unos meses para afinar en el reparto de cromos en la organización. De momento, hablan del buen feeling que hay entre ellos y bromean de la diferencia de perfiles que representan, el del presidente de un comité de empresa y el sindicalista que conoce todos los detalles internos de la organización.

Existen dudas entre los delegados de UGT de Cataluña que participan hasta el viernes en el congreso de Terrassa sobre si este encaje aguantará cuatro años, aunque solo se expresan en voz baja. El apoyo a la única candidatura que se someterá a votación se prevé casi total.