Matías Carnero (izquierda) y Camil Ros (derecha), al ser elegidos presidente y secretario general de UGT de Cataluña / CG

Matías Carnero (izquierda) y Camil Ros (derecha), al ser elegidos presidente y secretario general de UGT de Cataluña / CG

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Primer encontronazo en la UGT catalana al intentar adelgazar federaciones

El congreso para fusionar Enseñanza y Servicios Públicos empieza este jueves con desacuerdos que complican el acuerdo final, que se da por sentado que saldrá en tiempo de descuento

8 junio, 2016 23:16

UGT de Cataluña inicia este jueves el gran reto que tiene pendiente tras consolidarse el liderazgo bicéfalo como relevo de Pepe Álvarez en la secretaría general: adelgazar la estructura del sindicato con la fusión de federaciones. Servicios Públicos (FSP) y Enseñanza (FETE) abren la caja de pandora con un congreso que se celebrará hasta el viernes. Se esperaba que fuera una integración sencilla, pero al cierre de esta edición aún no habían alcanzado un pacto, y las posiciones de las diferentes familias que integran los sectores están enrocados.

Sobre la mesa está la implementación de una gestora si no hay acuerdo para configurar el secretariado de la futura federación FeSP-UGT Cataluña. Con todo, fuentes conocedoras de las negociaciones indican que se trata de una opción drástica que se espera evitar. El sindicato da por sentado que se alcanzará un acuerdo, aunque sea en tiempo de descuento.

Reparto de delegados

El problema es que la diferencia de peso de los dos sectores que se unirán planteaba sobre el papel un congreso pacífico. Servicios Públicos cuenta con más de 28.000 afiliados y Enseñanza tan solo con 4.000, por lo que estaba claro quién debía llevar la batuta de la nueva cúpula de la federación resultante. Pero los actuales líderes del colectivo de docentes, encabezados por la Amparo Burgueño, en la Comisión Ejecutiva Confederal de UGT, se descolgaron de este planteamiento al reclamar la secretaría de organización.

Los representantes de los funcionarios se pueden negar a dar su brazo a torcer, pero la forma en la que se ha planteado el congreso y el no ser un sector cohesionado fuerza a bajar a la arena del pacto. Los delegados no se han repartido de forma proporcional al peso de los sectores, habrá 125 de FSP y 75 de FETE.

Las divisiones propician que, si el sector crítico de Servicios Públicos se une a Enseñanza para repartirse las sillas de la cúpula de la nueva federación, pueden conseguir la mayoría de los votos. Por ello, se intenta alcanzar el ansiado acuerdo y las negociaciones se prolongan.

Distancia de la Secretaría Nacional catalana

¿Qué hace la cúpula del sindicato en Cataluña ante esta situación? El secretario general, Camil Ros, ha marcado la no intervención de la dirección en los congresos de fusión. Quiere que cada federación se autoregule y que sean los delegados los que elijan libremente a sus líderes, indican fuentes de su entorno.

Con todo, se afea tanto a Ros como al presidente de UGT Cataluña, Matías Carnero, que no hayan evitado llegar a una situación como la actual a las puertas del congreso al hacer valer más su papel mediador. Especialmente porque antes del verano deberá constituirse la federación de Servicios, Movilidad y Consumo, y en septiembre la de Industria, Construcción y Agro, la más importante del sindicato. Serán congresos ya de entrada más movidos. La directriz es la misma: sólo intervendrán si las cosas se salen mucho de madre, y el entorno de Ros no cree que se esté ante esta situación.