Buque que transporta gas natural licuado / CG

Buque que transporta gas natural licuado / CG

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El gas natural licuado se confirma como la alternativa sostenible para los buques

Actualmente el 90% de la flota mundial funciona con motores diesel que queman heavy fuel pil, el más contaminante

5 junio, 2017 00:00

El gas natural licuado (GNL) se está consolidando como alternativa mucho más sostenible, más económica y más eficiente que la mayoría de los combustibles usados en los buques y camiones de todo el mundo.

Así, en una creciente cultura de la sostenibilidad y la apuesta de la Unión Europea para reducir las emisiones, las novedades tecnológicas se están poniendo en marcha en el ámbito del transporte.

Actualmente, el 90% de la flota mundial funciona con motores diésel que queman heavy fuel oil, el más utilizado y contaminante, el médium dielse oil. La entrada de la directiva europea puede tener repercusiones en todo el mundo dado que las navieras europeas controlan actualmente más del 40% de la flota mundial.

¿Qué ventajas tiene?

El GNL tiene unas ventajas medioambientales claras, como por ejemplo, que no contiene azufre y que sus emisiones de CO2 y NOx son muy residuales en comparación con los otros combustibles.

Además, ocupa un espacio 600 veces menor que el gas natural en estado gaseoso. Pero no todo son ventajas. Como principal inconveniente destaca que debe conservarse a temperaturas inferiores a los -160ºC, hecho que complica su almacenamiento y manipulación por razones de seguridad.

Buque de carga de Maersk / Maersk

Buque de carga de Maersk / Maersk

Buque de carga de Maersk / Maersk

En 2002, el subministro de gas natural licuado representaba el 7% mientras que en 2015 ascendió al 16%. Según la Agencia Internacional de la Energía la demanda incrementará un 1,4% cada año hasta 2025.

“La demanda sube rápidamente porque tenemos esta consciencia de contaminar menos”, explica el director del máster de Derecho, Negocio Marítimo y Gestión Portuaria de la Universitat Politècnica de Catalunya, Germán de Melo.

Transición lenta

“La flota no puede cambiarse de la noche al día”, constata de Melo. “Su uso se generalizará poco a poco, pero está probado que hay más reservas que de petróleo, concretamente hasta 2070”.

“Adaptar los buques es costoso porque sólo lo están los que lo transportan, los otros no tienen espacio de almacenaje suficiente y ocupa bastante más espacio porque está presurizado”, añade.

Barcelona se adapta

El Puerto de Barcelona ha puesto en marcha dos proyectos para promover el uso de este combustible. Se ha puesto en marcha una unidad móvil generadora de gas para barcos ro-ro durante su estancia en el puerto y la adaptación de una gabarra para suministrar GNL a los barcos. Se prevé que la generadora empiece las pruebas reales este verano mientras que la gabarra deberá esperar hasta mediados del próximo año.