¿Merece la pena construirse una vivienda?

¿Merece la pena construirse una vivienda?

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¿Merece la pena construirse una vivienda?

Una obra nueva supone gastos adicionales de formalización, aunque existen ofertas competitivas para ahorrar dinero frente a la compra convencional

12 junio, 2017 00:00

¿Cómo abaratar la compra de una vivienda? Los clientes no disponen en estos momentos de una amplia selección de estrategias para conseguir este objetivo, aunque una de las posibilidades es construirse su propia vivienda. Esto es posible a través de unas hipotecas específicas que tienen como fin sufragar un proceso lento y complejo.

Para construirse una vivienda, no solamente se deben realizar las obras de ejecución, sino adquirir los terrenos y contratar los servicios de un profesional cualificado para llevar a cabo la edificación. A todo ello, hay que añadir los gastos derivados de las licencias e impuestos que conllevan esta clase de operaciones.

Hipotecas para una casa a medida

No todas las hipotecas son iguales, ni siquiera tienen la misma finalidad. Existe una modalidad que se basa en financiar la construcción de la vivienda y puede suscribirse bajo otra clase de condiciones, aunque no todas las entidades financieras las incluyen en su oferta. Son las llamadas hipotecas para la autopromoción.

Éstas no sólo tienen en cuenta un activo financiero como es el inmueble, sino también los terrenos donde se va a edificar. Se trata de una financiación atípica, que contempla la ejecución de la obra a corto plazo, entre dos o tres años, para posteriormente afrontar su cuantía total a un plazo de permanencia más amplio, de un máximos de entre 15 años y 20 años. 

¿Qué ofrecen los bancos?

Desde este planteamiento comercial, las propuestas de los bancos son diferentes y más limitadas en cuanto a su oferta. Es el caso del Préstamo Construcción Propia, desarrollado por Kutxabank, se caracteriza porque genera un sistema de protección para las subidas de los tipos de interés. El cliente está vinculado a un interés inicial para posteriormente ligarlo a la tasación de la vivienda que va a construir.

Bajo similares condiciones se ha diseñado la Hipoteca Autopromotor de Bankia. En este caso, se parte de una financiación para la ejecución de la obra que tiene un vencimiento de tres años. Una vez terminada esta fase del proceso, el cliente hace frente a todos los gastos con un periodo de amortización de hasta 20 años. Este producto permite elegir un interés variable o fijo, aunque durante los primeros años siempre está vinculado al último.

Santander, por otra parte, se ha decantado por la Hipoteca Construcción que presenta algunas diferencias con respecto a los anteriores modelos. Una de ellas es que proporciona hasta el 100% del presupuesto destinado para la ejecución de la obra. Incorpora además un periodo de carencia del capital que alcanza un máximo de dos años 

Ventajas de crear un hogar

Uno de los beneficios de optar por este sistema de compra inmobiliaria es que permite a sus titulares desarrollar un proceso mucho más personalizado sobre el lugar en el que van a vivir. Entre las opciones está ubicarlo en entornos naturales o rurales que ofrezcan mayor calidad de vida, la estructura y el diseño de la vivienda. 

A cambio, no tendrán otro remedio que adquirir los terrenos y encargar a un profesional que desarrolle las obras de ejecución. Esta actuación exigirá a los nuevos propietarios afrontar unos gastos adicionales que pueden encarecer la operación sensiblemente. El precio de una parcela edificable se determina en función de su ubicación y las características del entorno. Desde 200 euros por metro cuadrado hasta los 1.000 euros.

Pero no será el único desembolso que habrá que afrontar para satisfacer esta necesidad. El arquitecto exigirá unos honorarios que no son fijos, sino de libre asignación. Otros gastos adicionales serán los derivados de la emisión de certificados, licencias y finalmente las gestiones impulsadas desde la notaría. Todo esto puede representar un 3% añadido sobre el presupuesto de la obra. El último paso es formalizarlo en el Registro de la Propiedad a través de una mínima cuantía que prácticamente no afectará al presupuesto de los propietarios.