Interior de una bodega cava / CG

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Business

El cava se hace mayor: o calidad o volumen

El ERE de Codorníu abre la caja de Pandora en el sector, incapaz de hilvanar un acuerdo sobre la DO para marcar una garantía de calidad ante la caída de precios

7 mayo, 2017 00:00

El expediente de regulación de empleo (ERE) que Codorníu ha planteado a los sindicatos del grupo para rescindir 93 contratos, según la últimos avances de la negociación, ha abierto la caja de Pandora en un sector estancado que pelea para ganar consumidores y subir precios. Los grandes productores de cava han tirado la toalla en la lucha por el volumen y han tomado posiciones en la carrera por la calidad. Con el consiguiente impacto laboral y los problemas de una nueva competencia con la que no contaban.

Los más pequeños les llevan ventaja aunque la fuerza de sus marcas sea menor. Grupos que no consiguen tener presencia en la gran distribución pero empujan en el segmento de la hostelería con bodegas pequeñas, modernizadas, con productos con valor añadido y, lo más apreciado por los clientes, con precios de venta más ventajosos.

Y en un momento en el que el e-commerce se hace cada vez más fuerte entre el pequeño consumidor, el corolario de nuevas referencias que abrazan este modelo es cada vez mayor y supone de forma agregada una pequeña piedra en el zapato de los dos gigantes, Codorníu y Freixenet.

Reestructuración laboral

La reestructuración laboral en la primera compañía ha supuesto un golpe en la empresa. La estabilidad en la plantilla era una máxima en la casa de la familia Raventós. Se enfrenta a la nueva etapa con la máxima de que el reajuste será de forma “socialmente responsable”.

María del Mar Raventós (d), presidenta de Codorníu, y Javier Pagés (i), consejero delegado de la compañía / CG

María del Mar Raventós (d), presidenta de Codorníu, y Javier Pagés (i), consejero delegado de la compañía / CG

María del Mar Raventós (d), presidenta de Codorníu, y Javier Pagés (i), consejero delegado de la compañía / CG

Se ofrecerá un plan de prejubilaciones y se complementará con un “programa de acompañamiento a todos los afectados”. La negociación entre dirección y sindicatos estará abierta hasta los primeros días de junio. Pero se quiere cerrar con una solución en firme que permita acabar con la producción de marca blanca que sólo generaba un 5% de valor en el grupo, pero requería el 20% del volumen productivo, tal y como constaba en el plan estratégico de 2015.

También se prevé aumentar la capacidad de rebajar una deuda que se arrastra superior a los 100 millones de euros.

Lío en Freixenet

Freixenet también se recupera de una época convulsa que ha preocupado a los sindicatos del grupo. Las tres ramas de la familia Ferrer han mantenido los últimos meses un pulso que se ha cerrado con una gestión coral de la compañía. Aunque desde el sector indican que no se ha enterrado el hacha de guerra.

De izquierda a derecha: Eudaldo Bonet, Pedro Bonet, José Luis Bonet, Pedro Ferrer, José Ferrer, Erique Hevia y un directivo de Freixenet de EEUU en una imagen de archivo / CG

De izquierda a derecha: Eudaldo Bonet, Pedro Bonet, José Luis Bonet, Pedro Ferrer, José Ferrer, Erique Hevia y un directivo de Freixenet de EEUU en una imagen de archivo / CG

De izquierda a derecha: Eudaldo Bonet, Pedro Bonet, José Luis Bonet, Pedro Ferrer, José Ferrer, Erique Hevia y un directivo de Freixenet de EEUU en una imagen de archivo / CG

Mantienen que se ha puesto un punto y seguido para iniciar la gran transformación que se espera en el grupo en la que se da por sentado que tendrá afectación laboral. También se espera que la producción para marca blanca deje de ser una prioridad y se refuercen las referencias superiores.

Reivindicación de la DO

J. García Carrión es el nombre que se repite como culpable de la crisis actual. Su referencia Jaume Serra se ha convertido en el cava low cost por excelencia. “Se llega a vender al mismo precio que el agua”, se quejan los sindicatos del sector, “aunque se debería analizar qué es lo que lleva dentro”. “Lleva al desprestigio del producto”, denuncian.

Ha sido CCOO de Cataluña la que ha desempolvado la petición de crear una mesa con empresarios, sindicatos, agricultores y viticultores para “compartir datos” y conseguir una diagnosis de los grandes problemas sectoriales. Uno de los grandes objetivos de este diálogo sería definir una denominación de origen (DO) del cava.

Mesa unitaria

Los portavoces del sindicato defienden que sería la mejor fórmula para marcar unos límites de calidad y diferenciar el cava de otros espumosos. Pero para ello necesitan la “unidad de los actores involucrados” en una actividad que en Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona) es responsable de 3.000 empleos directos.

Reconocen que se trata de un reto complejo, ya que las marcas dudan que ése sea el camino correcto y la patronal está dividida. Se fragmentó hace más de 10 años entre el Instituto del Cava y Pime-Cava, dos organizaciones que arrastran unas relaciones históricamente complicadas.

El papel de la Generalitat

Los representantes de los trabajadores esperan que la Consejería de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, dirigida por Dolors Bassa, mueva ficha para configurar el nuevo espacio de diálogo colectivo. Desde CCOO comentan que la consellera se comprometió a ello en un breve encuentro que mantuvieron en la manifestación del 1 de mayo.

Por el momento, no hay nada en firme. Prevén que el Gobierno catalán acote esa promesa en un encuentro que mantendrán entre la comisión negociadora del ERE de Codorníu y el director de relaciones laborales, Enric Vinaixa, la próxima semana. Forzarán a que la Generalitat les dé una respuesta sobre la creación de la mesa de diálogo.