Protesta de los trabajadores de Vicrila por la caótica gestión del concurso de acreedores/ CG

Protesta de los trabajadores de Vicrila por la caótica gestión del concurso de acreedores/ CG

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La caótica gestión del concurso de acreedores descabeza a Vicrila

La centenaria productora de vidrio se encalla en una crisis financiera con una gestión poco transparente

10 febrero, 2017 13:21

Vidriera y Cristalería de Lamiaco (Vicrila), la centenaria empresa vasca productora de vidrio de mesa, está al borde del abismo. En concurso de acreedores desde septiembre pasado, las dificultades van más allá de lo financiero.

La caótica gestión del proceso concursal ha provocado la dimisión del director general Carlos Olabe. Un extraño juego de anuncios de ofertas de compra que nunca se materializan y el boicoteo sistemático hacia la única propuesta concreta y vinculante, la presentada por el grupo inversor Cambium, ha desencadenado la crisis entre la dirección y la administración concursal.

Liquidación en el horizonte

La fecha límite es el 28 de febrero, cuando finaliza el plazo concedido por la administración concursal para la presentación de alguna propuesta de compra. A partir de ahí el futuro de Vicrila es incierto, con la amenaza de la liquidación en el horizonte.

La decisión sobre el traspaso de Vicrila deberá tener la aceptación de las condiciones por parte de los trabajadores. El comité de empresa se opone a reducir puestos de trabajo, una posición que en medios industriales vascos se considera completamente ajena a la realidad del mercado.

Cadena de errores

Vicrila ha llegado a esta situación concursal al arrastrar una  serie de errores industriales, comerciales, financieros y de modelo de negocio. Además del problema financiero, la compañía tiene una estructura inservible. Y la situación de Vicrila se deteriora según se prolonga el actual escenario. Todo esto va a exigir una restructuración profunda, incluido un ajuste laboral, señalan estas fuentes.

La única oferta concreta presentada hasta ahora es la de Cambium. Su plan de viabilidad incluye una inversión de 15 millones de euros, una reestructuración de la producción, la supresión de unos 70 empleos de los 306 con que cuenta actualmente Vicrila, un ajuste salarial y un incremento de las horas de trabajo.

Proceso rocambolesco

Desde diciembre, el plan de Cambium ha pasado por un rocambolesco proceso de exclusividades, rechazos y nuevas aceptaciones por parte de la administración concursal (Grupo Zubizarreta).

Sin embargo, el comité de empresa no ha estimado la propuesta al contemplar un ajuste laboral. Los representantes de los trabajadores, según las fuentes que han seguido el proceso concursal de Vicrila, se aferran a unas supuestas ofertas alternativas de compra que hasta ahora no se han materializado.

La decadencia

Cambium es un grupo inversor de capital privado especializado en reflotar empresas en dificultad. Ha participado en la reestructuración de empresas como Verallia, North Sails, Spumador, La Casera, American Rice, Majorica, Mineraqua, entre otras.

Vicrila entró en concurso de acreedores en septiembre de 2016 con un pasivo de más de 70 millones de euros y acumula pérdidas por más de 50 millones de euros. Fundada en 1890, es de las pocas empresas centenarias vascas supervivientes. Desde 1970 ha estado controlada por multinacionales francesas como ARC o Saint Gobain. En 2009 fue adquirida por un grupo de directivos de la propia empresa.