Emilio Saracho, presidente de Banco Popular, en la junta ordinaria de accionistas que se ha celebrado este lunes en Madrid / EFE

Emilio Saracho, presidente de Banco Popular, en la junta ordinaria de accionistas que se ha celebrado este lunes en Madrid / EFE

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Banco Popular inicia una etapa con muchas sombras

El mercado pide a su presidente, Emilio Saracho, que cuantifique y explique el enfoque de la ampliación de capital aunque hay dudas de que se complete

11 abril, 2017 00:00

Banco Popular ha iniciado este lunes, 10 de abril, una nueva etapa muy compleja para la entidad. Tanto, que la resolución determinará la independencia de su futuro, según los analistas financieros consultados. Emilio Saracho, presidente desde hace mes y medio, ha anunciado una ampliación de capital que no servirá únicamente para alcanzar la capitalización mínima que le exige el Banco Central Europeo.

El nuevo equipo directivo, que deberá incorporar en breve a un consejero delegado --se perfila el exbanquero de BBVA y Kutxabank Ignacio Sánchez Asiaín como sustituto de Pedro Larena--, abre un periodo de análisis para fijar una cifra que asegura su viabilidad. Los analistas reclaman la concreción de la cuarta operación de capitalización que el Popular emprende desde 2012.

Dudas sobre el refuerzo del capital

“Es básico determinar el cuánto y el porqué”, ha manifestado desde XTB Rodrigo García. El experto financiero asegura que determinará la actitud de los accionistas a la hora de apoyar o no la operación. “Si se va al mercado continuo, a los acreedores o deudores habituales, no los encontrará; pero si se reformula el negocio y la estrategia, habrá inversores”, ha asegurado en declaraciones a Crónica Global.  

Desde Renta 4 también se pone en duda el éxito de la operación. “No va ser sencillo encontrar capital”, señalan fuentes del banco especializado en inversiones.

Jornada negra en la bolsa

Todo ello, en una nueva jornada negra en el parqué para el Popular con una batalla abierta entre los accionistas. Los analistas aseguran que es normal por la volatilidad acumulada en el valor. “Es una reacción habitual por la incertidumbre de su trayectoria”, añaden desde Renta 4.

Los analistas defienden que los accionistas de la entidad han pasado situaciones de pánico peores en los últimos dos años. Achacan a la tendencia bajista instaurada la nueva depreciación de más del 9,6% con la que se cerró la sesión de este lunes.

Rozó de nuevo el mínimo con el intercambio de acciones a 0,734 euros, a años luz de los 2,178 euros que costaba en la misma jornada de 2016. Y en ese momento, el ticker ya había abrazado el rojo.

En cuanto a las quejas y demandas que se han anunciado por una presunta manipulación a la baja del valor de forma intencionada, los brókers indican que se trata de acusaciones sin fundamento. “Así funciona el mercado”, coinciden.  

¿Venta o división?

El mercado siembra sus dudas sobre el éxito de la ampliación de capital, pero la alternativa de vender a un tercero es igual de compleja. Los presuntos protagonistas declinan tragarse un banco con un agujero de más de 3.485 millones de euros, según fuentes financieras.

No participarán en una operación con el Popular actual. Los mismos interlocutores señalan que la opción más viable sería dividir negocio o incluso zonas geográficas para despertar el interés del resto de players del sector con opciones de ejecutar la integración.

Es una de las posibilidades que están sobre la mesa pero a medio plazo. De entrada, y para no perjudicar más la cotización, la cúpula se ha volcado en el éxito de la ampliación de capital sin fecha.