Alstom y CAF pierden garantías para construir los nuevos trenes de FGC

Alstom y CAF han encajado una pequeña derrota con el anuncio de la consejería catalana de Territorio de que destinará 130 millones de euros para comprar 15 nuevos trenes para los FGC (Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña). Serán convoyes del modelo más puntero de la red ferroviaria pública catalana, el 113, y entrarán en circulación en 2019, pero los grupos que los diseñaron deberán preparar una buena oferta pública si quieren hacerse con el contrato. A finales de noviembre, vence una cláusula que les aseguraba la construcción de los nuevos trenes que encargara el Govern.

Esta salvaguarda se incorporó en abril de 2013, cuando firmaron la construcción de la tercera generación de este tipo de trenes. El responsable de la gestión de las infraestructuras catalanas, Josep Rull, anunció el proceso, pero aún no se ha abierto formalmente. Por lo que todos los actores tienen asumido que no se podrá usar la garantía de hace tres años.

Concurso público

Los modelos 113 entraron oficialmente en circulación en enero de 2014. A lo largo de ese año, se entregaron las otras 16 unidades que completan el encargo. Todas ellas, en el llamado Metro del Vallès, la unión ferroviaria de Barcelona con la ciudades de Sabadell y Terrassa.

Territorio deberá preparar un nuevo concurso público para buscar constructor. Estará abierto a todas las compañías que quieran pujar por el nuevo contrato, indican los portavoces de la consejería. Para publicar las bases de la licitación, primero se deberán aprobar los Presupuestos de la Generalitat de 2017, señalan otros interlocutores del departamento. Por lo pronto, llegarán a principios del próximo año.

Reunión de Alstom con Rull

Ante este escenario, los trabajadores de la factoría de Alstom en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona) se reunirán la próxima semana con Rull para hablar sobre el plan industrial que reclaman para la planta catalana y para solicitarle que desbloquee inversiones de la red de FGC.

La situación en la fábrica es distinta a la de hace tres años, cuando se temía por su continuidad. Los más de 550 trabajadores de este centro (una cifra que está a años luz de la plantilla antes de la crisis) fabrican trenes para Panamá, Guadalajara (México), Lima y el tranvía de Dubái; pero quieren que la Generalitat tenga en mente que son un actor destacable en los sectores que se han identificado como estratégicos para Cataluña a la hora de adjudicar nuevos contratos. Y es que en la planta no ha entrado ningún contrato catalán.